No es extraño que nuestro entorno de trabajo se
pueda enturbiar con el estrés y el ritmo natural de la propia tensión
competitiva.
Hoy voy a hablarte sobre el objeto que tiene este
tipo de celebraciones y a partir de ahí cómo desenvolverte.
¿POR QUÉ ES BENEFICIOSA ESTE TIPO DE EVENTOS PARA UNA EMPRESA?
Muchos estudios refuerzan la idea de que reír en
grupo une. Está demostrado que una reunión divertida y distendida repercute muy
positivamente en cualquier grupo humano.
Contribuyen a limar asperezas y
a conocer mejor a nuestros compañeros en un ambiente más relajado.
Y es el momento perfecto para acercarte a tus
empleados o subordinados y saber más de la persona que hay detrás.
Habida cuenta de que pasamos mayor cantidad de
tiempo con ellos que con nuestra propia familia, este tipo de acercamientos
merecen nuestra consideración.
NO PIERDAS NUNCA DE VISTA EL OBJETO DE LA CENA.
La reunión debe enfocarse en la celebración de todos los logros alcanzados y las dificultades superadas, reforzando de manera positiva la implicación de cada trabajador en particular y del equipo en su conjunto para conseguirlo.
Pero no hay que olvidar que vas a estás
compartiendo mantel con tus jefes y subordinados.
Cómo relajar tensiones a la vez que se mantiene
la lógica y yo diría que hasta conveniente formalidad.
CLAVES QUE PUEDEN SER DE GRAN AYUDA:
1) No dejes de asistir.
A no ser que
tengas una muy buena excusa. La empresa organiza una fiesta para quedar bien
con los empleados y fomentar mejores relaciones entre ellos fuera de la
oficina. No ir, se puede entender como una falta de interés para con la
empresa. Si tienes un compromiso personal ineludible, házselo saber a tu jefe
personalmente.
2) Se conservador/a al elegir
tu vestuario.
No vayas
pidiendo guerra ni tampoco parezcas una monja o un cura recién salido del
seminario, en el término medio está la virtud. Da igual lo festiva que sea la
celebración, no olvides que estás en una reunión de empresa. ¿Es por esto por
lo que quieres que recuerden tu asistencia a la fiesta?
3) No bebas en exceso.
A ver, no se
trata de no tomar nada. Se trata de tener en cuenta que el alcohol desinhibe y
produce una sensación de euforia, y eso es potencialmente peligroso cuando
estás junto a compañeros, subordinados y superiores. ¿Te apetece que el tema de
conversación en la oficina sea la “tajá” que pillaste en la cena de navidad?
4) No olvides que es un evento
laboral.
No es el momento
de quejarse de la empresa y de su dirección, sino el de conocer a tus
compañeros y causar una buena impresión a los jefes.
El secreto, como
en casi todas las situaciones de la vida: habla poco y escucha mucho.
5) No traigas a los niños.
O cualquier
persona que no esté explícitamente invitada. Hazte a la idea que se trata de
una invitación personal e intransferible. Sigue las instrucciones al pié de la
letra: “sólo empleados” o “para empleados y sus parejas”.
6) No critiques la cena y el
restaurante elegido.
Haz caso en todo
momento de Louis Van Gaal, “tú siempre positivo nunca negativo“.
Comprende que si
hay algún fallo o algún detalle no está bien no pasará inadvertido para nadie.
Con tu actitud
puedes transmitir que eres una persona que se sabe adaptar y desenvolver en
cualquier situación.
7) No coquetees.
No es el
momento. La idea es reforzar las relaciones entre el personal, pero no de este
tipo. Valora la situación. Por ejemplo, no es lo mismo que surja algo con alguien
a quien ves todos los días y tienes muchísima afinidad, que una persona con la
que apenas tienes contacto (o peor aún su pareja…). Incluso cuando el coqueteo
no esconde intención alguna el consejo es el mismo: sé conservador/a.
8) No seas el último/a en irte.
Aunque estés “alucinando
pepinillos” de lo bien que te lo estás pasando, no es bueno. Puedes exceder el
tiempo que los jefes habían planeado y la posibilidad de cometer los errores
mencionados aumenta con el paso de las horas. Despídete de todos y empieza a
prepararte para la próxima fiesta al haber transmitido la imagen de ser una
persona educada, una buena compañía a la hora de compartir mantel y que sabe
estar.
¿ES BUENA IDEA CONTRATAR UN ESPECTÁCULO?
Definitivamente sí.
A veces, sobre todo al comienzo, pueden
producirse incómodos silencios, momentos en que no fluye la conversación.
Imagínate que te sientas al lado del jefe. El
miedo a cometer un error puede ponerte nervios@.
El centrar el foco de atención en un espectáculo externo
a la reunión y a la empresa, puede mitigar tensiones y aporta un tema de
conversación facilitando que la cena fluya.
Un show de magia puede ser la opción perfecta. Sorprende,
busca la interactuación con la gente creando anécdotas para el recuerdo y hace
reír (el tema de las relaciones humanas en el trabajo da mucho juego a las
bromas y el cachondeo…)
¡Adelante! Ya sólo queda que pongas todo esto en
práctica.
Espero que estas ideas te sean útiles y ayuden a hacer
de la próxima cena, tu mejor escaparate en la empresa.
¿Cuál es tu experiencia? ¿Tienes alguna situación
graciosa que contar? ¡Comparte con nosotros en los comentarios de más abajo!
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