jueves, 18 de diciembre de 2014

8 CLAVES PARA ASISTIR A LA CENA DE NAVIDAD DE LA EMPRESA ¡¡¡Y SOBREVIVIR!!!

 ¿Sabes que las comidas y cenas de empresa pueden ser una gran oportunidad  para crear momentos de convivencia positivos entre las personas que comparten la faceta laboral de la vida?

No es extraño que nuestro entorno de trabajo se pueda enturbiar con el estrés y el ritmo natural de la propia tensión competitiva.

Hoy voy a hablarte sobre el objeto que tiene este tipo de celebraciones y a partir de ahí cómo desenvolverte.

¿POR QUÉ ES BENEFICIOSA ESTE TIPO DE EVENTOS PARA UNA EMPRESA?

Muchos estudios refuerzan la idea de que reír en grupo une. Está demostrado que una reunión divertida y distendida repercute muy positivamente en cualquier grupo humano.

Contribuyen  a limar asperezas y a conocer mejor a nuestros compañeros en un ambiente más relajado. 
 Te ayuda además  a descubrir que tu jefe también es una persona aunque a veces no te lo parezca… ;-p

Y es el momento perfecto para acercarte a tus empleados o subordinados y saber más de la persona que hay detrás.

Habida cuenta de que pasamos mayor cantidad de tiempo con ellos que con nuestra propia familia, este tipo de acercamientos merecen nuestra consideración.


NO PIERDAS NUNCA DE VISTA EL OBJETO DE LA CENA.

La reunión debe enfocarse en la celebración de todos los logros alcanzados y las dificultades superadas, reforzando de manera positiva la implicación de cada trabajador en particular y del equipo en su conjunto para conseguirlo.

Pero no hay que olvidar que vas a estás compartiendo mantel con tus jefes y subordinados.

Cómo relajar tensiones a la vez que se mantiene la lógica y yo diría que hasta conveniente formalidad.

CLAVES QUE PUEDEN SER DE GRAN AYUDA:

1) No dejes de asistir.
A no ser que tengas una muy buena excusa. La empresa organiza una fiesta para quedar bien con los empleados y fomentar mejores relaciones entre ellos fuera de la oficina. No ir, se puede entender como una falta de interés para con la empresa. Si tienes un compromiso personal ineludible, házselo saber a tu jefe personalmente.

2) Se conservador/a al elegir tu vestuario.
No vayas pidiendo guerra ni tampoco parezcas una monja o un cura recién salido del seminario, en el término medio está la virtud. Da igual lo festiva que sea la celebración, no olvides que estás en una reunión de empresa. ¿Es por esto por lo que quieres que recuerden tu asistencia a la fiesta?

3) No bebas en exceso.
A ver, no se trata de no tomar nada. Se trata de tener en cuenta que el alcohol desinhibe y produce una sensación de euforia, y eso es potencialmente peligroso cuando estás junto a compañeros, subordinados y superiores. ¿Te apetece que el tema de conversación en la oficina sea la “tajá” que pillaste en la cena de navidad?
4) No olvides que es un evento laboral.
No es el momento de quejarse de la empresa y de su dirección, sino el de conocer a tus compañeros y causar una buena impresión a los jefes.
El secreto, como en casi todas las situaciones de la vida: habla poco y escucha mucho.

5) No traigas a los niños.
O cualquier persona que no esté explícitamente invitada. Hazte a la idea que se trata de una invitación personal e intransferible. Sigue las instrucciones al pié de la letra: “sólo empleados” o “para empleados y sus parejas”.

6)    No critiques la cena y el restaurante elegido.
Haz caso en todo momento de Louis Van Gaal, “tú siempre positivo nunca negativo“.
Comprende que si hay algún fallo o algún detalle no está bien no pasará inadvertido para nadie.
Con tu actitud puedes transmitir que eres una persona que se sabe adaptar y desenvolver en cualquier situación.

7)    No coquetees.
No es el momento. La idea es reforzar las relaciones entre el personal, pero no de este tipo. Valora la situación. Por ejemplo, no es lo mismo que surja algo con alguien a quien ves todos los días y tienes muchísima afinidad, que una persona con la que apenas tienes contacto (o peor aún su pareja…). Incluso cuando el coqueteo no esconde intención alguna el consejo es el mismo: sé conservador/a.

8)    No seas el último/a en irte.
Aunque estés “alucinando pepinillos” de lo bien que te lo estás pasando, no es bueno. Puedes exceder el tiempo que los jefes habían planeado y la posibilidad de cometer los errores mencionados aumenta con el paso de las horas. Despídete de todos y empieza a prepararte para la próxima fiesta al haber transmitido la imagen de ser una persona educada, una buena compañía a la hora de compartir mantel y que sabe estar.

¿ES BUENA IDEA CONTRATAR UN ESPECTÁCULO?

Definitivamente sí.

A veces, sobre todo al comienzo, pueden producirse incómodos silencios, momentos en que no fluye la conversación.

Imagínate que te sientas al lado del jefe. El miedo a cometer un error puede ponerte nervios@.

El centrar el foco de atención en un espectáculo externo a la reunión y a la empresa, puede mitigar tensiones y aporta un tema de conversación facilitando que la cena fluya. 

Un show de magia puede ser la opción perfecta. Sorprende, busca la interactuación con la gente creando anécdotas para el recuerdo y hace reír (el tema de las relaciones humanas en el trabajo da mucho juego a las bromas y el cachondeo…)

¡Adelante! Ya sólo queda que pongas todo esto en práctica.
Espero que estas ideas te sean útiles y ayuden a hacer de la próxima cena, tu mejor escaparate en la empresa.

¿Cuál es tu experiencia? ¿Tienes alguna situación graciosa que contar? ¡Comparte con nosotros en los comentarios de más abajo!

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